En muchas tradiciones religiosas y espirituales, se cree que las piedras preciosas poseen energía y se utilizan para diversos fines, incluyendo la curación, la meditación y el fortalecimiento de las prácticas espirituales. Por ejemplo, en el cristianismo, algunos creen que el cristal simboliza la pureza espiritual y la perfección.

Algunos poetas y autores durante la Edad Media utilizaron la imaginería de los cristales en sus escritos de manera inesperada.

El cristal simbolizaba la pureza espiritual y la perfección y se usaba con frecuencia en contextos religiosos, especialmente en las iglesias cristianas, donde se utilizaba para decorar libros del Evangelio y otros objetos religiosos importantes.

En el cristianismo occidental, el cristal a menudo se mencionaba en escritos y se usaba para decorar objetos religiosos importantes, ya que se pensaba que el cristal manifestaba la trascendencia y la luz de los cielos. Para los religiosos, la piedra simbolizaba la pureza, la fe y la perfección. Por ejemplo, se usaba para describir la pureza de la Virgen María.

En la Edad Media, la gente también pensaba que los cristales traían una presencia espiritual. La gente tenía el deseo de tener algo físico que encarnara la fe y la espiritualidad.

El uso de cristales curativos es común en diversas culturas a lo largo de la historia. Los antiguos egipcios, griegos, romanos, chinos y nativos americanos incorporaron cristales en sus prácticas espirituales y curativas.